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Los deberes son como las mermeladas




Y quiero comenzar esta aventura, querido capullo, introduciéndote a una palabra que te servirá para el resto del camino: Responsabilidad Social. Este término hace referencia a la obligación que tenemos como miembros de una comunidad a corresponder de la manera adecuada para relacionarnos de la mejor forma con el Estado y con los otros capullos que nos rodean. Por el simple hecho de que la cigüeña te halla depositado en este mundo ya adquieres la responsabilidad de obrar de la mejor forma.

¿Acaso nunca has probado la mermelada? Ve a la nevera de tu casa y busca el frasco de mermelada, ábrelo. Puedes ver como esa masa gelatinosa color rojo ( si es de mora o fresa) se ve bastante provocativa. Sin embargo tuvo que pasar por una serie de procesos para llegar a tus manos; desde el cultivo de las moras hasta el transporte al super.

Lo mismo sucede con los deberes y nuestra responsabilidad social, en donde no se trata de un correcto o incorrecto , un sí o no;  sino por el contrario involucra niveles de mejora y formación continuos. Aclarando que esto lo hacemos por voluntad propia ya que se trata de una decisión totalmente libre y consciente, pero que la formamos con una serie de normas constitucionales que nos guían en el camino. Tal como las moritas de la mermelada que necesitaron de recolección, cocción y envasado para llegar al punto de convertirse en tu desayuno de la semana.

Si aún no te quedó claro como es que funciona el tema de la responsabilidad social quiero que leas detenidamente la imagen y llegues a tus propias conclusiones.







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